Dos cigarros, una sonrisa y algunas gracias.

En una cercana ciudad se puede ver pasar a Mizy; una joven mujer que le gusta conducir su automóvil, al que llama cariñosamente "el moreno". Un día como cualquier otro Mizy se despierta no tan temprano, pero esta vez se ha levantado de la cama con la idea de dejar de fumar.
Ha dejado a "el moreno" guardadito y ha salido a caminar.
-¡Hola Mizy! -le saluda Gerardo, un viejo amigo- que haces por aquí?
- solo salí a caminar, dicen que ayuda hacer un poco de ejercicio para dejar de fumar.
- yo también creía que ayudaba pero ami no me sirvió, salía a caminar con mi perro "blaky" todos los días pero ahora lo dejo andar por ahí mientras yo ya te imaginarás que hago. Pero bueno, ojalá lo consigas.
-si, lo estoy intentando
ya estaba agarrándole el gusto de caminar por toda la colonia, podía observar tranquilamente lo que encima de "el moreno" no alcanzaba a notar, cuando escucha el ladrido grave y fuerte de un perro que desde dentro de un jardín corría hacia ella; Mizy salió corriendo después de gritar, pero gritar un señor grito, y al mirar hacia atrás para ver si la seguía el perro, vió al perro que se quedó dentro del jardín asustado, se había asustado con su grito. Siguió caminando todavía un poco alterada cuando ve a Gerardo sentado disfutando del tabaco, se le antojo demasiado sobre todo después del susto que llevo.
-No nada de cigarros, el perro también se asustó -se dijo para si, tranquilizándose y evitar caer- y no esta fumando.
Ya muy tarde se reconcilió con "el moreno" y se fue en él a hacer unos encargos, había mucho trafico, avanzaba muy poco cuando "el moreno" en plena avenida se apagó. Solo así sin avisar la dejo en medio de la calle. Unos muchachos que estaban cerca la ayudaron pronto a empujar a "el moreno" pero no había mas donde ponerlo que encima de la rampa de una cochera. Mas tardaron en poner el carro ahí que un transito llegar.
-Señorita, no puede dejar el coche ahí, tendré que llamar a la grúa, estorba la entrada de la cochera.
-Los señores -con los que había hablado antes- me dicen que no ocupan esta cochera, que por ellos no tengo problema. Ademas ya llamé a mi seguro y ellos me enviarán una grúa.
-Lo siento señorita, tengo que llamar a una grúa y que se lleven su coche al corralón porque estorba el paso peatonal.
Decía eso el transito cuando pasaron caminando sin problema dos personas por la banqueta.
-pues ellos han pasado bien -le dijo Mizy mientras señalaba a quienes pasaban- y ya le digo que viene ya una grúa en camino.
-No señorita, no la puedo esperar, nosotros estamos de solo llamar a esa que va ahí para que se lleven su carro, sin tener que esperar a su grúa.
Mizy en ese momento no pudo mas, recordó al perro que le ladró en la mañana y saco su cigarrillo. El señor transito observó la cajetilla y le dijo:
-Esos cigarros saben bien, me das uno?
-claro
-Que barbaridad, que trafico hay - decía el transito mientras se fumaba el cigarro- pues tu ya llamaste la grúa, no es culpa tuya que este atorada en el trafico.
-yo creo que ya no ha de tardar
-no pasa nada, me das otro cigarro?
-claro
-pues nos tocara esperar tu grúa
-gracias
Mizy ya esta dejando de fumar, pero de vez en cuando recuerda el día en que la asustó el perro.

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