Juan te llamas

Había una vez un empresario q tenia el prejuicio sobre las personas que se llamaban Juan. No quería contratarles porque decía que eran malas. De tantos Juanes que rechazaba ya era sabido que tenia ese prejuicio. Entonces un joven que aspiraba a trabajar en esa empresa pensó en no decirle que se llamaba Juan y le dijo que su nombre era Pedro; falsificó su documentación, maquilló su currículum. Tuvo la entrevista final con el empresario, todo parecía que seria contratado, le hizo pruebas de las que salió maravillosamente bien, estaban apunto de firmar su contrato cuando le mira caminar, se le queda viendo el empresario y le dice al joven: "no hay contrato!!, tu te llamaras Pedro... pero caminas como Juan".

Un mejor cuento

Una mujer joven, independiente, lloriqueaba en la fila para entrar al concierto de "los enanitos verdes", acompañada de sus amigas que la escuchaban mientras se quejaba de porque fulanito de tal no la quería
-¿porque no me dice que me quiere?, ¿será que no me quiere?, ¿me quiere? ¿porque no me quiere?-era larga la fila para llegar a la puerta- ¡¿porque no me quiere?!

-No te quiere porque estas preguntándolo todo el tiempo -le dijo la amiga de una amiga que estaba en la fila también-

La amiga de la amiga veía claro como algunas mujeres desaprovechában sus capacidades, cortándose las venas con galletas de animalitos, porque fulanito de tal no las quiere como ellas querían ser queridas.
Muchas de ellas son quienes están listas para señalar a la que llega sola a la fiesta, a la que no le hace falta compartir con alguien las palomitas en el cine, murmuran detrás de la que no se ha casado y/o tenido hijos.
Después de todo, los cuentos con final feliz, no siempre son como los de hadas que nos han hecho creer -pensaba la amiga de la amiga cuando su novio la cortaba diciendo: "me he dado cuenta que nunca te he querido"